martes, 20 de agosto de 2013

Chucherías, un dulce pecado

Hoy se me ha ocurrido hablar de la gran pasión de muchas personas; Las chuches, una dulce tentación pero poco saludable.
Las hay de muchos tipos, diferentes colores, formas o sabores para llamar la atención del consumidor, pero ¿qué tienen que tanto nos enganchan? Hablaré un poco sobre su composición y los riesgos que supone para la salud un consumo descontrolado de chucherías.




COMPOSICIÓN:

El valor nutritivo de las golosinas es nulo, lo único que hacen es aportar "calorías vacías", esto quiere decir que no nos proporcionan ni vitaminas ni minerales pero su valor calórico es muy alto.
Un 80% del peso de una golosina es a base de azúcares simples (glucosa, fructosa y sacarosa) que se asimilan rápidamente, colorantes artificiales, jarabe de caramelo, ceras...
Una bolsa de golosinas aporta entre 300 y 400 Kcal, lo que supone un desayuno compuesto por 1 vaso de leche + 1 tostada con aceite + 1 fruta y sin aportarnos ningún nutriente, por lo que podemos prescindir totalmente de ellas en el día a día.

Sin embargo y a pesar de todos sus inconvenientes, yo personalmente las incluiría en la alimentación de los niños, pero con poca frecuencia, es decir, un par de chuches semanales. Se puede utilizar para estimular al niño positivamente para que haga algo, por ejemplo lo podemos usar a modo de "premio" por haberse comido todas las verduras de la comida. Sin embargo si no se ofrecen mejor.

Hay que tener mucho cuidado con consumirlas diariamente y en grandes cantidades, por su alto contenido en azúcar, ya que puede acarrear problemas en la salud, como aparición de caries y también sobrepeso, porque un exceso de azúcar en sangre hace que éste se convierta en grasa. Además sus compuestos hacen que se pierda el apetito.

Gracias al avance de la ciencia, hoy en día es frecuente ver golosinas sin azúcar, que para dar el sabor dulce de una chuchería se sustituye por otros compuestos. Esto no quiere decir que sea bueno ni que se pueda consumir libremente porque no cause ningún mal, eso hay que quitárselo de la cabeza.
Uno de estos sustitutos es una sustancia llamada sorbitol, este compuesto no se puede digerir por el organismo, y lo que no se digiere se expulsa, pudiendo llegar a provocar diarreas y dolores abdominales.

Para concluir hablaré del atractivo de las golosinas, esa gran variedad de colores. Uno de los colorantes que se utilizan son los llamados colorantes azoicos que contribuyen a que el consumidor no se concentre a la hora de estudiar o prestar atención en clase (OJO A LOS ADOLESCENTES CON ESTO) además de producir alergias.




2 comentarios:

Unknown dijo...

Sí, las chuches son un alimento bastante desaconsejable, pero como bien dice, qué es un niño sin comer chuches?? qué es una fiesta de cumpleaños sin chuches? NADA, por eso es bueno que los niños las coman pero muy de vez en cuando y en muy poca cantidad. Porque ningún alimento es bueno o malo, todo es exceso es perjudicial.
Me encantan las chuches!! pero también me controlo, q conste ;)

Ana.Nutricionista dijo...

Gracias Bea, los dietistas-nutricionistas estamos para recomendar no para prohibir.

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